- El llanto: es su primera manifestación sonora. Al principio es instintivo y solo responde a la manifestación de dichas necesidades. Poco después se va convirtiendo en signo cuando el niño asocia la reacción o respuesta de la persona adulta con la emisión sonora, por lo tanto, lo empieza emitir intencionadamente para provocar la respuesta esperada de esta.
- La succión: en un principio es algo instintivo, pero no siempre se tiene la capacidad muscular y la fuerza suficiente para realizarlo sin ayuda. Produce un efecto tranquilizador y le ayuda a conciliar el sueño.
- El balbuceo: en torno al mes, el niño emite otras vocalizaciones distintas del llanto. Estos sonidos se producen de forma instintiva y no corresponden con fonemas de una lengua.
- La ecolalia: Hacia el sexto mes, estas vocalizaciones empiezan a parecerse algo más a los sonidos del lenguaje hablado. La diferencia entre el balbuceo y la ecolalia está en la intencionalidad de emisión. Se están produciendo las bases de la adquisición de las primeras palabras.
- La gesticulación: los gestos son la expresión de sus necesidades y deseos. La sonrisa expresa satisfacción, mientras que los pucheros manifiestan dolor, temor e intranquilidad. El niño saca la lengua y mueve la boca y la cabeza cuando tiene hambre.
2. Etapa
del lenguaje no combinatorio (12-24 meses)
Las primeras
palabras del niño están mal articuladas. La /a/ emerge como primera vocal
mientras que la /p/ y la /m/ inauguran el consonantismo. Esto permite las
combinaciones /papa/ y /mama/ que a
menudo están ente las primeras producciones del niño. Algunas consonantes /f/,
/s/, /z/, /j/, /ll/, /r/, pueden no ser articuladas correctamente hasta los
siete u ocho años.
Todas las palabras que emite el niño en esta etapa tienen
como máximo dos sílabas con estructura C+V+C+V.
3. Etapa
del lenguaje combinatorio (24-72 meses)
- El niño es capaz de unir palabras sueltas.
En
esta etapa las categorías más presentes son los sustantivos, los verbos y los
adjetivos. También el niño da mayor intensidad a la primera palabra. La segunda
suele sufrir más modificaciones porque el niño pone cuidado en la primera.
- El niño consigue crear las primeras frases.
Todo
este proceso requiere el aprendizaje de morfemas y flexiones que van a marcar
variaciones de significado de las expresiones lingüísticas.. También el niño va
aumentando su léxico con una fuerte influencia de sus intereses y motivaciones,
así como del ambiente sociocultural en que se envuelve.
El
concepto de la negación en las frases es importante trabajarlo, por ejemplo:
busca los balones que no sean rojos o trae los objetos que no sean grandes.
El
niño podrá referirse a acontecimientos que no sean presentes como contar lo que
hizo ayer, el fin de semana, etc. Recuerda lo que ha hecho y emplea los tiempos
verbales. El futuro tarda más en adquirirlo, y suele emplear el presente. Hasta
los 6 años no existe una conciencia clara de futuro.
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