A la hora de escoger un libro, se tendrá que tener en cuenta los intereses del niño o niña, y también las características propias de cada edad. Seguidamente os presento unas orientaciones por grupos de edades.
Hasta los 5 años
Hasta los 5 años
A partir de los seis meses hay que escoger libros que puedan llamar su atención, que explican historias a partir de imágenes con pocos detalles para que las reconozcan con facilidad. Cuando ya son un poco más grandes se pueden escoger libros que tengan protagonistas o temas con los cuales se puedan identificar: niños de su edad, animales, etc. Hace falta que sean libros cortos. A partir de los 3 años los libros ya pueden tener más letras, pero es importante que contengan un vocabulario o unas frases sencillas y que la letra sea gorda. Es importante que los libros estén hechos de varios materiales, que se puedan bañar para jugar a la bañera o con tapas duras para que no los rompan.
De los 6 a los 8 años
Los libros para estas edades tienen que relatar historias cotidianas y conocidas, también leyendas y patrañas, con variedad de personajes (cotidianos, mágicos, poderosos…) para estimular su imaginación. Tienen que ser libros con capítulos cortos, letra gorda y que ayudan a entender la historia con imágenes (dibujos, fotografías…).
De los 9 a los 12 años
A los jóvenes de estas edades los gustan historias de acción (misterio, ciencia-ficción, cómicos) donde los protagonistas tengan personalidades más complejas (presentan cambios de conducta, de edad…), que se enfrentan con problemas propios de estas edades y también que los puedan informar de temas actuales que sean de su interés. Hace falta que tengan relatos más largos y de más complejidad, donde, por ejemplo, se narro más de una historia en el mismo libro. El lenguaje tiene que ser cotidiano y es bueno que aparezcan illustraciones que acompañan la historia.
De los 13 años adelante
Hace falta que sean libros de actualidad con protagonistas y temas con los cuales se puedan identificar (amor, amistad, misterio, música, deporte…). Pueden ser relatos de historias extensas, incluso que ocupan más de un libro (trilogías, por ejemplo). Pueden tener ilustraciones si son necesarias para comprender el relato o la información.
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