20 de febrero de 2015

La conducta de los niños en la mesa a la hora de comer

¿Cómo podemos motivar a los niños para que mantengan una buena conducta en la mesa?
Es más fácil de lo que parece, sobre todo si lo hacemos desde que son bien pequeños. Se puede empezar desde bebé. Los niños deben saber que cuando estamos comiendo, aunque sea un biberón, estamos comiendo y no estamos a otra cosa. La televisión debe estar apagada y los adultos debemos dar ejemplo no contestando al teléfono o haciendo varias actividades a la vez. Sólo estamos comiendo y dándole la importancia a la comida que realmente tiene. Un error que solemos cometer es decirle al niño: "pórtate bien en la mesa". Pero, ¿qué es eso? El niño no lo sabe. Tenemos que definirlo y seguir unas normas que van a ser muy claras: se come todo lo que está servido; no se hacen tonterías, es una orden que los niños entienden perfectamente, no hace falta definir y comemos dentro del tiempo que hemos establecido. Cuando indicamos a los niños qué es portarse bien y se lo dejamos muy claro, pero con pocas órdenes básicas que nos permitan englobar el conjunto de todos los hábitos de la comida, vamos a poder regular el hábito de las comidas. Pero es fundamental hacerlo desde pequeños, así luego con 7 u 8 años comerán estupendamente sin haber hecho mucho esfuerzo y sin haber desarrollado ningún problema.


¿Se debe enseñar a los niños a comer como si fuera un juego?
¿Aprender jugando? Gran parte de los aprendizajes que hacen los niños en su vida los pueden hacer jugando, y además el aprendizaje puede ser divertido y lúdico. Pero, cuando son pequeños, simplemente enseñándoles que se van a comportar como mayores, ya les motivamos muchísimo. Un niño quiere aprender a ser mayor y portarse como los mayores, y simplemente diciéndole ¡hoy vamos a aprender a usar el tenedor como los mayores! Ya con eso se sienten mucho más importantes. Si además, le reforzamos con un aplauso o una sonrisa, (no hace falta que sea con un gran premio, no podemos dar una chocolatina cada vez que lo haga bien porque el recurso se desgasta), o le dices ¡qué bien, como un mayor! vamos a conseguir muchísimo. Podemos usar diferentes estrategias y el juego está entre ellas, pero el refuerzo y hacer que se sientan como mayores son muy válidas y prácticamente universales, a todos los niños les va a gustar.


¿En qué nos equivocamos los padres a la hora de enseñar buenos hábitos a los niños en la mesa?
Uno de los errores que más se repiten es: "porque coma hago lo que sea, le entretengo con unos muñequitos o unos juguetes, le pongo la televisión, le permito que esté jugando y traiga un juguete a la mesa o le prometo premios, muchas veces desproporcionados, simplemente porque esté haciendo un acto básico, que es comer". Los niños tienen que aprender a comer y los padres son los responsables de enseñárselo. Deben aprender la importancia que tiene la comida, y cuando estamos comiendo, no hacemos otra cosa. Por tanto, a la hora de comer, televisión apagada y juguetes en la habitación (no tiene que traer ningún juguete a la mesa). Los padres no deben llevar su teléfono o estar pendiente de él en la mesa, porque los niños van a copiar su modelo de referencia. Y además con qué autoridad va a decir un padre que el niño no tenga su juguete, si él tiene el suyo. Hay que darle a la comida toda la importancia que tiene, eliminando elementos de distracción y favoreciendo, si estamos en familia, la comunicación.

¿Por qué debemos apagar la televisión a la hora de comer?
La televisión tiene que desaparecer de las comidas por tres motivos: en primer lugar, les distrae muchísimo. Hay niños que se quedan abducidos delante de la televisión, y piensan que además cuanto más tarden en comer mejor porque más ven sus programas favoritos. Por eso, es mejor que desaparezca. Después de comer ya verán la televisión, pero no tiene que estar encendida en la comida. En segundo lugar, a la comida hay que darle la importancia que tiene. Cuando estamos comiendo ingerimos una cantidad de vitaminas, que nos proporcionan salud, y ellos tienen que ver que nosotros lo valoramos así. En tercer lugar, debeos aprovechar la comida o la cena como un buen momento para hablar en familia de cada uno los temas que puedan ser importantes para cada uno, de las cosas que nos han pasado, y si tenemos la televisión puesta, las conversaciones se dificultan mucho.


¿Cómo podemos ser buenos árbitros en la mesa cuando tenemos varios hijos alborotando?
Cuando tenemos varios hijos, a veces, uno se porta muy bien y otro está chinchando, dando pataditas por debajo, tirando miguitas de pan… ¿Cuál es el error más común de los padres en estas situaciones? Parémonos a observar a los niños, pero también a nosotros, ¿qué es lo que estamos haciendo?: "venga come, deja en paz a tu hermano, que te he dicho que comas, que como sigas así te vas a tener que…" Estamos dándole toda la atención al hermano que se está portando mal, que está chinchando y que no está comiendo, mientras que el otro que lo está haciendo fenomenal no recibe ningún tipo de atención. Luego el niño que está saliendo reforzado, es el que no se está comportando correctamente en la mesa.


Entonces, ¿qué es lo que tenemos que hacer? Cambiar y dejárselo muy claro a nuestros hijos: "a partir de ahora, voy a hacer caso al que se está portando bien, y recordad lo que hemos dicho sobre portarse bien: comer bien, comer dentro del tiempo establecido, no chinchar al hermano y mantener las normas de educación en la mesa". Además, hay que utilizar un lenguaje no verbal muy serio y contundente. Deben saber que por aquí no van a seguir y no van a recibir ningún tipo de atención por vuestra parte. Los que tienen que salir reforzados son los que se portan bien, porque si no muchas veces nos encontramos que los que se portan bien se nos pasan al lado oscuro porque ellos también quieren atención y eso les hace portarse mal.

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